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Espinacas con bechamel y gambas
¿Quién dijo que comer verduras era aburrido? Estas espinacas con bechamel y gambas que rematamos con un toque de horno están de lujo y son muy fáciles de hacer.

Esta receta es tan fácil como saltear los ingredientes, preparar una bechamel ligera (igual que para una lasaña), mezclar todo, ponerlo en una fuente apta para el horno, cubrirlo con queso parmesano rallado y gratinarlo hasta que el queso esté dorado. Un plato sencillo y delicioso que tienes listo en cuestión de pocos minutos.
Si a ti también te gustan las recetas con espinacas, tienes que probar los canelones de espinacas y queso, que son también muy sencillos y están de lujo y los rollitos de pollo rellenos de espinacas y queso, que son perfectos para convertir unos filetes finos de pollo en un plato de fiesta.
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El pastel de coliflor y champiñones te sirve para tomarlo de primero o como guarnición y te va a sorprender, con el colirroz a la cubana (o falso arroz de coliflor) vas a alucinar cuando lo pruebes y las albóndigas de verdura son sencillísimas y están también de vicio. Vamos a por la receta de las espinacas con bechamel y gambas.
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Ingredientes de las espinacas con bechamel y gambas para 4 personas:
- 500 gr de espinacas (puedes usar en manojo en temporada o babys que ya vienen listas para cocinar).
- 300 gr de gambas.
- 1 cebolla mediana.
- 30 gr de mantequilla.
- 30 gr de harina.
- 350 ml de leche.
- Sal y pimienta al gusto.
- Una pizca de nuez moscada.
- Queso parmesano o manchego para rallar sobre las espinacas.
Preparación de las espinacas con bechamel y gambas:
– Si utilizas un manojo de espinacas, lávalo muy bien para eliminar cualquier resto de tierra. Corta los tallos y deshéchalos. Si utilizas espinacas baby de las que compras en bolsa, te puedes ahorrar este paso. Si las hojas de espinacas son muy grandes, trocéalas groseramente.
– Pon a calentar una cazuela amplia con un chorrito de aceite de oliva.
– Pela y pica la cebolla en trozos pequeños.
– Cuando el aceite esté caliente, añade la cebolla y póchala. Es decir, cocínala a fuego lento hasta que esté tierna y transparente.
– A continuación, echa las espinacas, sube un poquito el fuego y saltéalas durante un par de minutos con la cebolla. Aunque al principio ocupan muchísimo y parece que no caben, en cuanto les des una vuelta, perderán muchísimo volumen.
– Mientras tanto, pela las gambas. Puedes guardar las cabezas y cuerpos para hacer un caldo de pescado.
– Añade las gambas a la cazuela con las espinacas y cocina todo junto un minuto o hasta que las gambas cambien de color. Una vez listas, retira la cazuela de la sartén, salpimienta la mezcla al gusto y resérvala.

– Prepara la bechamel poniendo la mantequilla a calentar en un cazo.
– Vierte la leche en otro y ponla también a calentar.
– Cuando la mantequilla esté derretida, añade la harina y cocina todo junto hasta que la harina esté ligeramente tostada. Este paso es importante para que luego la bechamel no sepa a crudo.
– Después, vierte la leche muy caliente sobre la mezcla de harina y mantequilla mientras remueves enérgicamente con unas varillas. Es fundamental remover muy bien para que quede una salsa fina, sin grumos.
– Salpimienta la bechamel al gusto y añade una pizca de nuez moscada. Déjala cocer a fuego lento durante 7 u 8 minutos. Si ves que espesa demasiado, puedes añadirle un poco más de leche para que quede una bechamel ligera.
– Mezcla la bechamel con la mezcla de cebolla, espinacas y gambas y echa todo en una bandeja apta para el horno.
– Pon el horno a calentar en la función de gratinar.
– Espolvorea una capa generosa de queso parmesano o manchego rallado por la superficie de las espinacas con bechamel y gambas.

– Gratina todo hasta que el queso esté fundido y dorado. Tardarás entre 5 y 10 minutos, en función de la potencia de tu horno.
– Y ya tienes unas deliciosas espinacas con bechamel y gambas listas para comer.