Con este pollo a la sal al horno tienes un asado diferente y sabroso. Al hornear la carne cubierta totalmente por una capa de sal gruesa se queda muy jugosa. ¡Te va a encantar!

Aquí tienes una propuesta para preparar un pollo asado fácilmente y de una manera totalmente distinta a como solemos hacerlo tradicionalmente. Aunque la técnica de la sal se suele usar más frecuentemente con pescados que con carnes, estas últimas quedan muy bien asadas de esta forma.
Al cubrir la pieza, de carne o pescado, totalmente por sal gruesa, el ingrediente en cuestión se cocina en su propio jugo por lo que no se seca nada durante el horneado.
Si a ti también te encanta el pollo asado, tienes que probar los muslos de pollo sados, que son un clásico que funciona siempre; el pollo asado al limón es un básico de nuestra casa que no tiene complicación ninguna y está de vicio; el pollo sentado a la cerveza es una forma diferente de asar esta carne que te sorprenderá y con el pollo a la naranja al horno tienes un plato sabroso y muy festivo.
Si te gusta cocinar a la sal, no te puedes perder el fiambre de pavo casero (o pechuga de pavo a la sal) que es una auténtica maravilla; con el besugo a la sal de los hermanos Torres tienes un platazo con cero esfuerzo; el lomo a la sal con especias es otro clásico que siempre funciona y es ideal para tomar tanto en caliente como frío a modo de embutido; el solomillo de cerdo a la sal es fácil y muy sabroso y la lubina a la sal otro básico con el que no fallas. Vamos a por la receta del pollo a la sal al horno.
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Ingredientes del pollo a la sal al horno para 4 personas:
- 1 pollo entero de 2 kg aproximadamente
- 2 kg de sal gruesa para hornear.
- 1 limón.
- 1 diente ajo.
- Una ramita de romero.
Preparación del pollo a la sal al horno:
– Precalienta el horno a 200 ºC, calor arriba y abajo.
– Lava un limón y pártelo por la mitad.
– Introduce los dos trozos de limón junto con la ramita de romero en el interior del pollo (debe estar totalmente limpio).
– Pela el diente de ajo, córtalo por la mitad y frótalo por toda la piel del pollo. Después mételo también en su interior, junto con el limón y el romero.
– Ata los muslos para que los ingredientes que has metido en el interior no se salgan.
– Esparce una cama fina de sal gruesa para hornear en la base de una bandeja apta para el horno.
– Colca el pollo en el centro y cúbrelo por completo con más sal.
– Humedece la parte superior y los laterales con unas gotas de agua y ve compactando la sal. De esta forma al recibir calor se formará una capa compacta que, una vez horneada, podrás quitar fácilmente en bloque.

– Baja la temperatura del horno a 190 ºC, calor arriba y abajo, y hornea la carne durante 2 horas.
– Transcurrido ese tiempo, si tienes un termómetro de cocina, colócalo en la zona de la pechuga y comprueba que en su interior está a más de 75 – 80 ºC, lo que indica que la carne está perfectamente hecha.
– Déjalo reposar fuera del horno durante unos 10 minutos y, a continuación, con ayuda de un cuchillo, da unos golpes a la sal en uno de los laterales. Verás que sale en bloque.
– Con este método la piel del pollo no queda crujiente, tiene un punto diferente que a nosotros nos gusta dejar tal cual. Si quieres que esté crujiente y dorada, saca el pollo de la sal sin el tiempo de reposo y ponlo durante unos 5 – 6 minutos por cada lado a temperatura alta (unos 220 ºC) en la parte alta del horno.

– Retira el pollo de la sal y sírvelo bien caliente. Puedes acompañarlo de unas patatas deluxe o patatas gajo o de unas patatas sauté.
– Y ya puedes disfrutar de este delicioso y original pollo a la sal al horno.
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