Aprende a hacer unas gambas al ajillo deliciosas para triunfar en el aperitivo. Una receta fácil y muy sabrosa que te encantará.
Las gambas al ajillo son un aperitivo típico de la cocina española y un plato muy sencillo. Solo necesitamos una buena materia prima, es decir, gambas frescas de buena calidad y no cocinarlas demasiado. Con estas dos claves el éxito de la receta está asegurado.
En en este caso usamos unas gambas rojas de tamaño mediano que quedan jugosísimas y muy ricas cocinadas de esta forma. Si te gusta mucho el picante, puedes añadir algo más de cayena o mantenerla durante toda la cocción, nosotros solemos poner un pelín y cocinarlo un momento mientras se doran los ajos y la sacamos, de esta forma el aceite tiene un toque picantito, pero muy suave.
Si a ti también te encantan las recetas con este marisco, no te puedes perder las gambas a la plancha jugosas y en su punto de sal, que son facilísimas de preparar y un aperitivo de excepción; los langostinos rebozados en coco son originales y muy sabrosos; con las gambas en gabardina tienes un clásico que siempre triunfa; la quiche marinera, de atún y gambas es una receta ideal para el buen tiempo; los langostinos o gambones al horno se hacen en cero coma y están de lujo; el aperitivo de bacalao y gambas es ideal para servir en una comida especial y con la pizza marinera, de atún y gambas triunfas entre los amantes del pescado. Vamos a por la receta de las gambas al ajillo.
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Ingredientes de las gambas al ajillo para 2 personas:
- 150 gr de gambas frescas de buena calidad.
- 10 dientes de ajo.
- 8 cucharadas de aceite de oliva.
- Media cayena (opcional).
- Sal y pimienta al gusto.
Preparación de las gambas al ajillo:
– Pon a calentar el aceite en una sartén.
– Pela los ajos y córtalos en rodajas.
– Añade los ajos a la sartén para que comiencen a dorarse. Si te gusta el picante, puedes echar media cayena en este momento. Puedes dejarla todo el tiempo mientras cocinas las gambas para que aporte más picante o bien cocinarla un momento y retirarla para que tenga un ligero picor, pero que no sea excesivo.
– Pela las gambas y sécalas bien para que cuando las cocines no tengan agua. Puedes guardar cabezas y cuerpos para hacer un caldo de pescado para usar en arroces e infinidad de recetas.
– Salpimienta las gambas al gusto.
– Cuando los ajos hayan cambiado de color, añade las gambas a la sartén y deja que se hagan.
– Para que queden jugosas hay que cocinarlas poco tiempo. Con un par de minutos será suficiente. Tal y como apuntamos en el paso anterior, en cuanto cambien de color estarán listas.
– Sirve las gambas al ajillo bien calientes con el aceite y el ajo en el que las has cocinado y disfruta de esta deliciosa tapa con una cerveza bien fría.
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