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Hogaza de pan en cazuela
Esta hogaza de pan en cazuela es muy fácil de hacer y queda deliciosa. Te enseñamos una forma muy original para hornear el pan casero que te va a sorprender.
Hacer pan en casa es un placer, pero a muchas personas les cuesta animarse. Sin embargo es mucho más fácil de lo que parece y los resultados son asombrosos. Te proponemos una hogaza de pan en cazuela que no falla nunca.
Esta receta es del libro Pan casero de Ibán Yarza, que para los que no lo conocéis, es el que ha enseñado a preparar pan en casa a casi todo el mundo en Internet. Su libro es perfecto para quienes quieren iniciarse en la preparación de su propio pan. Totalmente recomendable.
Antes de empezar con la receta es importante fijarse en la harina que debes utilizar -tenemos pendiente un post sobre los diferentes tipos de harinas-. Hay que usar harina panificable, es decir harina de trigo que tenga entre un 10 y 11% de proteína, no harina de fuerza (que tiene 12 % o más), esta última se utiliza para masas enriquecidas con grasas y azúcares o para masas que fermentan durante muchas horas.
En nuestro caso hemos utilizado una harina con 11 % de proteína y, como veis en las fotos, la hogaza ha quedado con muchos alveolos, muy ligera. Esto es importante, ya que si utilizas una harina con mucha fuerza te quedará un pan con una miga prieta y mucho peso, que será difícil de comer (era lo que nos ocurría con nuestros primeros panes).
Y el segundo punto es, ¿por qué en cazuela? ¿qué tipo de cazuela usar? Al cocer el pan dentro de una cazuela (lo ideal es que sea de hierro fundido -tipo cocotte-, aunque si no tienes una de estas puedes utilizar cualquier otra cazuela que no tenga plástico y se pueda meter en el horno) se transmite mucho calor de forma homogénea y uniforme, como si se tratase de un horno de leña. Además, al estar al principio de la cocción tapado, la propia humedad que genera el pan le hace ganar volumen y desarrollar una buena corteza.
Si a ti también te encanta preparar tus propios panes, tienes que probar las chapatas de Ibán Yarza que son una maravilla con todas las letras; la focaccia de calabaza y chistorra es un pan plano de origen italiano que te va a fascinar; el pan de suero de leche de Dan Lepard, con un ligero toque dulce, es un capricho y muy fácil de hacer; la hogaza de pan 100 % integral es un pan lleno de sabor y muy saludable; con el pan de molde tienes un clásico que está infinito mejor que cualquier versión comercial; las barras de pan de Ibán Yarza son otro básico que tienes que probar en casa y el pan integral exprés (sin levado) es una opción con levadura química a medio camino entre un pan y un bizcocho y que va de lujo con una tabla de quesos. Vamos a por la receta de la hogaza de pan en cazuela.
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Índice (acceso rápido al contenido)
Ingredientes de la hogaza de pan en cazuela para 1 hogaza:
- 500 gr de harina panificable.
- 340 gr de agua.
- 7 gr de levadura fresca de panadero.
- 10 gr de sal.
Preparación de la hogaza de pan en cazuela:
– Mezcla la harina y el agua en un bol y deja reposar la mezcla durante 30 minutos. De esta forma el amasado te resultará mucho más sencillo.
– A continuación, incorpora la sal a la mezcla e intégrala bien.
– Después, desmiga la levadura y añádela a la masa, mezclándola perfectamente con el resto de ingredientes. Puedes ayudarte de una rasqueta o de una cuchara de madera para que no se te pegue la masa en las manos.
– Una vez estén bien mezclados todos los ingredientes, enharina ligeramente la mesa de trabajo y comienza a amasar. Como es una masa húmeda, puedes realizar un amasado francés, tal y como se muestra en el siguiente vídeo de Richard Bertinet “Cómo amasar una masa de pan”.
– Si ves que la masa está muy pegajosa, puedes parar y dejarla descansar cinco o diez minutos para que se vuelva más manejable. Habrás terminado de amasar cuando la masa no se pegue en las manos y esté suave y sedosa.
– Una vez finalizado el amasado, coloca la masa en un bol, previamente engrasado con un poco de aceite de oliva, y déjala fermentar en un lugar a una temperatura entre 25 y 33 ºC (en un sitio cálido) hasta que la masa doble su volumen. Esto puede tardar unas 3 horas aproximadamente.
– Para conseguir un lugar con una temperatura óptima, puedes encender el horno a 30 ºC durante un par de minutos, lo apagas, y lo usas como cámara de fermentación casera.
– Cuando la masa haya doblado su volumen y esté hinchada “como una almohada de plumas”, colócala sobre la mesa y haz un hatillo con la masa. Dale la vuelta y boléala suavemente, sin que pierda el aire que ya ha atrapado, ya que la siguiente fermentación no va a ser muy larga.
– Deja reposar la masa, durante una hora, en un bol con papel de hornear en el fondo para poder trasladarla fácilmente a la cazuela cuando vayas a hornearla.
– Cuando la masa esté casi lista, calienta el horno a 250 ºC, calor arriba y abajo, con la cazuela (de 22 cm de diámetro y 10 cm de alto) y la tapa dentro (ten cuidado de que el asa de la cazuela no sea de plástico y si es así, quítalo para que no se derrita, tapando el orificio con papel de aluminio).
– Saca la olla y la tapa del horno, pasa la hogaza con el papel de hornear del bol a la cazuela y gréñala (simplemente debes hacer un corte con un cutter o una cuchilla muy afilada).
– Hornea el pan con la cazuela tapada durante 15 minutos a 250 ºC, calor arriba y abajo.
– Pasado este tiempo, quita la tapa y baja la temperatura del horno a 200 ºC, calor arriba y abajo. Hornea el pan durante 35-40 minutos más.
– Finalmente, saca el pan de la cazuela y déjalo reposar sobre una rejilla hasta que se enfríe.
– Y ya tienes una deliciosa hogaza de pan en cazuela lista para darte un homenaje.