Te contamos cómo hacer medallones de pescado en casa fácilmente. ¡Descubre cómo limpiar pescado sin ninguna dificultad!
Normalmente cuando compramos pescado solemos pedirle a nuestro pescadero que nos lo limpie. Él se suele encargar de quitarle las escamas, eviscerarlo y cortarnos rodajas como queramos. De esta forma nos llevamos nuestras piezas listas para congelar o cocinar y nos ahorramos una buena parte del trabajo.
Sin embargo, hay veces que nos encontramos con un pescado entero porque lo hemos pedido para cocinarlo tal cual y luego hemos cambiado de opinión, nos enfrentamos a la tarea de limpiarlo y cortarlo en medallones y no sabemos cómo hacerlo.
Como verás en el vídeo que aparece a continuación, este proceso es mucho más sencillo de lo que puede parecer a priori, en realidad no tiene ninguna complicación, solo hay que contar con unos buenos cuchillos y conocer esta técnica.
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Descubre cómo hacer medallones de pescado en casa
En el vídeo que te proponemos a continuación puedes ver fácilmente y de forma práctica cómo hacer medallones de pescado y dejar piezas totalmente limpias, sin rastro de piel ni espinas. Verás que es mucho más fácil de lo que parece.
Cómo limpiar pescado, paso a paso
Lo primero que hay que tener en cuenta es que es fundamental contar con unos buenos cuchillos de cocina, que estén bien afilados. Vas a necesitar unas tijeras y un par de cuchillos, uno de hoja más ancha y otro con la hoja más fina. Además también vas a necesitar una tabla amplia, donde quepa la pieza de pescado para trabajar cómodamente con ella.
Los mejores pescados para hacer rodajas son los que tienen forma cilíndrica, como la merluza, el bonito o el salmón, aunque se pueden usar otros sin problema.
Lo primero que hay que hacer es eliminar las escamas de la superficie de la piel. Para ello hay que raspar la piel del pescado con el cuchillo desde la cola hasta la cabeza. Haz este procedimiento cuidadosamente por ambos lados para que no quede ninguna escama.
Después, limpia el pescado, pasándolo por el chorro de agua fría.
Para eviscerarlo, necesitarás una tijera para realizar un corte longitudinal en la cavidad abdominal desde el agujero anal a la cabeza. Elimina muy bien todos los interiores y lava el pescado.
Una vez hecho esto, usa un cuchillo de hoja ancha para cortar rodajas de un dedo de grosor, aproximadamente. Es importante que el cuchillo que utilices esté bien afilado y corte muy bien porque tiene que ser capaz de seccionar la espina.
A continuación, corta la rodaja en cuatro porciones para eliminar la espina central.
Termina quitando la piel del lateral y ya tienes unas piezas de pescado sin piel ni espinas listas para disfrutar de tus platos favoritos. Si la pieza que has cortado es de pescado blanco, puedes guardar la piel, las espinas y la cabeza para hacer un caldo de pescado (ya sabes que aquí no tiramos nada) y que luego puedes usar para preparar un arroz o un guiso marinero.
¿Quién dijo que cortar rodajas de pescado era una tarea difícil?