La almendra, fruto del almendro, es un alimento que contiene numerosas propiedades nutritivas.
Las almendras se utilizan en repostería, para elaborar diferentes dulces, desde tartas hasta mazapanes o turrones, y para tomar como aperitivo tostadas y saladas.
Su época de recolección es durante el mes de septiembre, por lo que el otoño es una buena época para utilizar almendras en nuestra cocina.
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Un alimento muy saludable
La almendra dulce, que es la más consumida, tiene un alto contenido en grasas, especialmente insaturadas, por lo que son muy buenas para prevenir enfermedades del corazón. También son un alimento muy energético.
Ahora bien, como casi todos los frutos secos, son muy calóricas puesto que, como ya hemos comentado, contienen muchas grasas (aunque saludables, eso sí) y muy poco agua. Es importante, por tanto, tomarlas con moderación.
Las almendras en la cocina
Las almendras tienen muchos usos en la cocina:
– Un aperitivo ideal: las almendras tostadas con sal son perfectas para acompañar a una copa de vino o a una cerveza fresquita.
– En repostería: se pueden preparar deliciosas tartas con almendras como la tarta de Santiago o utilizarlas fileteadas para decorar nuestras tartas y bizcochos.
– Pescados, carnes y ensaladas: otra idea es utilizarlas para acompañar a pescados y carnes. Le dan un toque exquisito a estos alimentos. E incluso, hay algunas ensaladas que se acompañan de almendras fileteadas.
– La base de turrones y mazapanes: volviendo a los dulces, las almendras son la base del mazapán y de muchos turrones.
Cómo conservar las almendras
Para conservar las almendras lo ideal es guardarlas en un recipiente cerrado en un lugar fresco y seco. Es fundamental evitar que se humedezcan.
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