Restaurante Cobo Vintage, en Burgos. CERRADO

En el restaurante Cobo Vintage encontrarás un local de estilo informal que esconde una cocina de una estrella Michelin. Esta es nuestra experiencia en este restaurante.

Restaurante Cobo Vintage - Cerrado

Nuestra primera parada de la escapada a La Rioja teníamos claro que iba a ser en Burgos y que íbamos a ir a comer al restaurante Cobo Vintage. Se trata del restaurante del Top Chef Miguel Cobo, que desde 2016 tiene una estrella Michelin. Y, como rara vez los inspectores de la guía roja se equivocan, sabíamos que íbamos a disfrutar de un buen primer contacto con la cocina burgalesa.

Para ponernos en antecedentes hay que saber que Miguel Cobo, además de hacerse famoso por ser finalista de la primera edición del reality de cocina Top Chef, es un cocinero que ha pasado por cocinas tan prestigiosas como Echaurren, de Francis Paniego, o el Cenador de Amós.

En marzo de 2015 el cocinero abrió su propio local, Cobo Vintage, un restaurante de ambiente desenfadado donde disfrutar de lo mejor de la gastronomía local. Platos de toda la vida se dan la mano con nuevas técnicas, en una carta sencilla y muy sabrosa donde los productos de la zona son los protagonistas y las recetas tradicionales a las que el cocinero aporta su toque de creatividad, las que mandan.

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¿Qué se come en Cobo Vintage?

Además de poder comer a la carta, en el restaurante Cobo Vintage tienes disponibles varios menús donde probar las especialidades de la casa:

– Menú Páramo. 5 pequeños bocados, 6 platos principales, 2 postres y petit fours. Las bebidas no están incluidas. Precio: 65 €/ persona.

– Menú Tradición. 4 pequeños bocados, 5 platos principales, 2 postres y petit fours. Las bebidas no están incluidas. Precio: 55 €/persona.

– Menú Mercado. Formado por aperitivo, dos entrantes, un plato principal y postre (incluye bebida y café). Es su menú del día, que se ofrece a mediodía durante la semana. Precio: 28 €/persona.

Nosotros optamos por comer a la carta, donde muchos de los platos se pueden pedir en medias raciones, lo que te permite configurar un menú a tu gusto.

¿Qué platos probamos en el restaurante Cobo Vintage?

Para comenzar, mientras decidíamos qué comer y qué beber, llegó a nuestra mesa una mantequilla casera de suero de leche con pan crujiente que era totalmente adictiva.

Restaurante Cobo Vintage - Mantequilla

También nos sirvieron una degustación de aceite de oliva de la zona y un segundo aperitivo: un agua de tomate y albahaca con mejillón, encurtidos y ajo negro. Una refrescante forma de abrir boca para lo que vendría después.

Restaurante Cobo Vintage - Agua de tomate, albahaca y mejillón

Como entrantes apostamos por el corte de foie macerado, pan de especias, higos y gel de frutos rojos, que se sirve por unidades, como si de un helado se tratase. Un foie perfecto acompañado de un sabroso pan de especias, que nos recordó al pan de jengibre que tomamos en nuestro primer viaje a París (y que nos encantó), y unos muy buenos compañeros dulces para el foie: higos en compota y frutos rojos. Un bocado delicioso.

Restaurante Cobo Vintage - Corte de Foie

También probamos un clásico de la casa: las croquetas melosas de leche fresca de vaca y jamón ibérico. Unas croquetas cremosas con un rebozado crujiente y donde la leche fresca es la absoluta protagonista. Te recomiendan comerlas con la mano para disfrutar del bocado y que no se desintegren con el tenedor. Son unas croquetas deliciosas, extremadamente cremosas (no hay que olvidar que trabajó con Francis Paniego, un maestro en el arte de la croqueta) con un sabor a leche bastante marcado.

Restaurante Cobo Vintage - Croquetas de leche

Continuamos con la merluza rebozada y confitada a diferentes temperaturas, otro clásico de la casa. Aquí vuelve a aparecer la influencia de Paniego en su formación y su experiencia en El Vallés (Briviesca), restaurante donde la merluza rebozada era el plato estrella. Aprendió bien de sus maestros porque llega a la mesa una merluza rebozada o a la romana sobresaliente: un taco de merluza jugoso, con un rebozado perfecto, que se deshace en la boca.

Restaurante Cobo Vintage - Merluza rebozada

Terminamos los platos salados con un solomillo de vaca frisona, cebolleta francesa y jugo concentrado. Este plato va a fascinar a los amantes de la carne. Un solomillo extremadamente tierno, en su punto exacto de cocción, con unas cebollitas francesas que aportan un toque dulce y una salsa reducida al extremo que está llena de sabor. Hubo un momento que nos recordó ligeramente al guiso de ciervo que tomamos en nuestra visita a El Carmen de Montesión y que nos encantó.

Restaurante Cobo Vintage - Solomillo de vaca frisona

Para beber les pedimos que nos propusieran algún vino de la zona y nos sirvieron una copa de Hacienda del Carmen, un vino de una bodega ubicada entre los municipios de Arlanza y Cilleruelo de Abajo, de la D.O. Arlanza (al norte de la Ribera del Duero). Buen compañero de nuestra comida.

El punto dulce lo puso la galleta de almendra con cremoso de vainilla, pasta de avellana y helado de arroz con leche. Una milhoja elaborada con galletas de mantequilla muy tiernas, con una crema pastelera de vainilla y un helado de arroz con leche. La combinación era delicadísima, para empezar y no parar.

Restaurante Cobo Vintage - Galleta de almendra

Con el café llegó a nuestra mesa una cajita con unos petit fours: financiers de almendra, gominolas caseras de piña y bombones de Baileys que estallaban en la boca al comerlos.

Restaurante Cobo Vintage - Petit fours

¿Qué nos pareció el restaurante Cobo Vintage?

El restaurante Cobo Vintage es un sitio perfecto para disfrutar de una comida de calidad en un ambiente inmejorable. Un restaurante de corte moderno, muy bien decorado y con ambiente informal te proporciona un lugar perfecto para una comida donde la gastronomía y el buen hacer son los protagonistas. En esta casa se cumplen las pretensiones tanto de los amantes de la cocina de corte más tradicional como de los que busquen platos algo más modernos.

Un equipo joven y muy bien entrenado trabaja en la sala en perfecta sincronía con la cocina, para asegurarse de que el comensal disfruta a cada bocado. En Cobo Vintage impera un ambiente joven, desenfadado en el que cuidar al cliente es una máxima. Durante toda la comida sientes que te cuidan, pero sin agobiarte.

En resumen, el restaurante Cobo Vintage nos parece un lugar perfecto para disfrutar de una comida deliciosa en Burgos, donde la calidad va totalmente de la mano con un servicio muy profesional que trabaja en sala al mismo nivel que la cocina. Una experiencia muy recomendable.

  • Valoración: excelente.
  • Precio medio: 50- 60 €/ persona.
  • Fecha de la visita: octubre de 2017.
  • Más información: Cobo Vintage.

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